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Depositarie de una esperanza: Estanislao Fernández

  • Foto del escritor: Lara María Bertolini
    Lara María Bertolini
  • 11 dic 2019
  • 3 Min. de lectura

Ayer mientras escuchábamos con varies compañeres del sindicato el discurso presidencial, la cascada de opiniones sobre le hije del presidente no se hicieron esperar, qué buen uso del pañuelo de los 7 colores, que yo que él habría ido montada a full para incomodar, que porque no fue de largo, que era una señal de esperanza para muches , inclusive con opiniones sorprendentes de activistas y militantes de primera línea del colectivo travesti transgénero y de la diversidad.

Muchas esperanzas puestas en une muchache que ni siquiera sabemos si realmente le interesa abogar por los derechos del grupo social emergente en ciernes(viendo como oportunistas partidarias mas que accionar políticamente quieren la foto de portada para salvar la oprobiosa discriminacion propuesta en el ultimo EPMLTT+ 2019) a saber la diversidad, las disidencias y disentidas sociales desde su excelso lugar de privilegio como primogénite presidencial.

Y acá nuevamente pienso ese conceptual social instaurado que chasquea como látigo discursivo "la patria es el otro", el cual dista de pensarnos colectivamente por que el peso de la otredad como concepto pone una frontera discursiva y de acción respecto de otre como colectivo de lucha social. Nos dice desde la individualidad el reconocer un otre pero no nos planteamos la "limitancia de la militancia" (sic) al hablar de los problemas colectivos, dado que no nos deja comprometernos debido a que la otredad no deja emerger un nuevo concepto de lucha social y colectiva que es la nostredad,siendo esta el hacernos parte y carne del problema de otres sin importar en ese instante y acto el límite de lo fronterizo cuerpo-territorio-acción.

Nuestros propios deseos y acciones los trasladamos a una figura presidencial que es discreta en sus dichos y representaciones del colectivo de las disidencias y disentidas sociales, poco podemos hacer desde nuestros lugares de activismo y militancia si somos depositaries de deseos y esperanzas en terceres para descomprimir de responsabilidad nuestras acciones.

Poco podemos hacer y esta es una crítica hacia nuestro propio colectivo, si solo somos demandantes de derechos, de acciones y exigencias, no somos responsables de ser la creadoras de políticas públicas propias y presentarlas en las cámaras del Congreso de la Nación o en la misma justicia para que realmente vean desde la sociedad que no somos un mero hecho político peticionante y actuante, sin acción de creacion de estos.

Mucha de esa lucha de creación de derechos se ha perdido desde la muerte de Pía Braudacco, Lohana Berkins, Diana Sacayán, Maite Amaya, Nadia Echazú , entre otras, es hora de tomar el compromiso social de tomar acciones reales no parasitarias de un estado esperando a que nos resuelvan la vida, la misma militancia nos ha hecho hijas de la dependencia siendo las que esperan con la mano tendida, pidiendo y exigiendo, cuando desde otro lugar vociferamos querer tener voz propia y argumento.

Es momento de no bajar las banderas ni los pedidos de derechos, pero es hora también de sentarnos escribir y consensuarlos desde y por les trans sin intermediación de los colectivos que dicen representarnos y fueron cómplices estos 4 años de las matanzas del colectivo, festejando hipócritamente y adosándose el triunfo de la reglamentación del cupo laboral trans, cuando ni siquiera en esos cuatro años emitieron voz por las 300 asesinadas.

La vida democrática me ha enseñado que están al acecho para cooptarnos en el propósito de fagocitarnos y vuelta otra vez ser representadas desde una otredad absolutamente desinteresada de la nostredad como sentido político y social de lucha.

Parte de esta solución es pensar desde nosotras como transgéneros específicamente lo que queremos sin intermediarios que huelen éxito y poder patriarcalizando y maternizando nuestra lucha.

Creo que es hora de independizarnos como colectivo y empezar a crear y a exigir desde la propia identidad sin tercerizar, creo que sí sabemos trasladar parte el poder de acción de protesta en las marchas al poder de creación de nuestros propios conceptos y exigencias desde nuestra propia letra siempre siendo acompañadas mas no tuteladas, siempre siendo autoras y firmantes peticionantes podremos decir que la otredad transicionará hacia una nostredad, y dejar de depositar sueños, esperanzas y acciones desde la observancia del bolsillo del traje del hije de un presidente constitucional.



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